En la vida de Macario, el músico que saltó a la fama desde la indigencia para convertirse en una estrella del mundo musical, hay un momento decisivo en el que la nostalgia y la memoria tomaron el relevo como fuerzas impulsoras. Para él, como para sus seguidores y los migrantes mexicanos en Estados Unidos, el arraigo a la cultura y la identidad son fundamentales.
En su nuevo álbum, «Si mañana ya no estoy», Macario incluyó sonidos mexicanos que le permiten conectar con las raíces de su país natal. Sin embargo, esta elección es más que simplemente una forma de honrar el pasado; es un canto de resistencia contra la opresión y la marginalización. Aunque el músico no se considere a sí mismo alguien politizado, su música tiene un impacto profundo en aquellos que la escuchan.
En Estados Unidos, donde muchos mexicanos y latinos viven con miedo constante, la música de Macario es un alivio y una fuente de consuelo. La nostalgia que evoca es más que solo una retrospectiva nostálgica; es un recordatorio del lugar de origen y la cultura de los padres y abuelos. Es un vínculo con el pasado, pero también un llamado a resistir en el presente.
Para Macario, la música no es solo una forma de expresar sus sentimientos y pensamientos, sino también una forma de conectarse con su herencia cultural. La inclusión de sonidos mexicanos en su álbum es un homenaje a la riqueza musical y cultural de México, pero también una forma de dar visibilidad a las historias y experiencias de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos.
En este sentido, el disco de Macario es más que solo una colección de canciones; es un testimonio de resistencia y lucha. Es un reconocimiento del dolor y la injusticia que han sufrido los migrantes mexicanos, pero también un llamado a encontrar la fuerza en la nostalgia y la memoria. En este momento de incertidumbre y miedo para muchos, la música de Macario es una luz en el camino, un recordatorio de que la identidad y la cultura pueden ser fuentes de fortaleza.
Para los seguidores de Macario, su música es más que solo una forma de disfrutar de una buena canción; es un vínculo con el pasado y la cultura. Es un recordatorio de que, aunque estén lejos de sus raíces, siempre pueden encontrar consuelo en la nostalgia y la memoria. En este sentido, el álbum de Macario es un regalo para todos aquellos que han sido marginados o han sufrido la pérdida de identidad; es una forma de decir: «No te olvides de donde vienes», y «Sé fuerte en la lucha».






