En un suceso aterrador ocurrido en Cuernavaca, Morelos, un joven perdió la vida después de recibir un balazo en el cráneo cuando un policía estatal le prohibió grabar con su teléfono. El incidente se produjo cuando el agente intentaba detener a una persona sospechosa de conducir un vehículo sin placas y sin registro.

Según testigos, el joven de apenas 25 años se dirigía a trabajar como cargador en el mercado de Cuernavaca cuando presenció la escena. Al ver cómo la policía detenía a su vecino para revisar su automóvil, decidió tomar nota del momento y sacó su teléfono para grabar la situación. Sin embargo, el oficial estatal le arrebató el dispositivo móvil y, en un gesto brutal, le disparó en la cabeza.

La víctima fue llevada al hospital de inmediato, pero no pudo sobrevivir a sus graves lesiones. La familia del joven, aún en shock por la pérdida, está luchando para entender los motivos detrás de este fatal error policial. «No comprendo cómo algo así pueda ocurrir», declaró el padre de la víctima. «Mi hijo era una persona pacífica y no quería problemas».

La detención de la persona sospechosa, según las investigaciones, se originó en un vehículo sin placas ni registro que había sido reportado como robado por otros ciudadanos. Los agentes estaban revisando el automóvil cuando el joven intervino para tomar nota del proceso.

Aunque no hay evidencia de que la víctima hubiera participado directamente en la detención, su muerte ha generado un gran debate sobre el uso de la fuerza por parte de los agentes y la necesidad de entrenamiento y supervisión efectivos. «Es un caso trágico que nos hace reflexionar sobre la forma en que los funcionarios del orden público manejan situaciones críticas», expresó una líder local. «No podemos permitir que la violencia se convierta en una respuesta habitual a problemas menores».

En este momento, las autoridades investigan el incidente y han detenido a dos agentes por su posible responsabilidad en la muerte del joven. La familia de la víctima pide justicia y exigencias para que no vuelva a ocurrir algo así.

Mientras tanto, la comunidad local está conmocionada por la pérdida de un joven con una vida llena de promesas y posibilidades truncadas. «Mi hijo era una persona amable y trabajador», agregó el padre de la víctima. «Su muerte es un golpe muy duro para todos nosotros».